jueves, 31 de marzo de 2005

Toda la piel

Cada cierto tiempo necesito sentir el aire, el frío, en toda mi piel, sin ninguna atadura, sin nada que me presione, notando como esta se tersa, y se convierte en piel de gallina y el pelo se eriza. Me estiro completamente, y cada trozo de mi cuerpo, recupera sensibilidad y vida propia.

Estoy sin nada, sin ropa, sin reloj, sin gafas, sólo soy yo, lo que siempre ha estado, desde el principio. Mientras, todo queda a un lado, el mundo allí, yo aquí. Es en esos momentos, es cuando cierro los ojos, y me pongo a escuchar.

Noto como el frío hace que sienta toda mi piel. Es ahí, cuando tomo conciencia de lo que soy, de mi cuerpo, de mi mismo, todo se detiene.

Piel
Frio, fuego
Brisa

Piel

Aire

Piel

Respiro

Piel

Todo

Nada

1 comentario:

MarthePG dijo...

Maravillosa carta. Una verdadera proeza, hoy en día, conseguir encontrarse, y conocerse.

1 Beso