Es paradójico, pero es lo que tiene trabajar, y es el tener tu sueldo. Todavía no lo he cobrado, y no se que agujero tapar primero. Si algo tiene de bueno, no tener trabajo, y estar endeudado por varios sitios, es que de alguna forma, no te preocupas, pues sabes que no puedes hacer nada. Ahora en cambio, con un sueldo, aparecen mil y una cosas que necesitan urgentemente solventarse, amén de otras que te gustaría tener o hacer.
Supongo que esto es una de esas veces, en las que tienes que coger una hoja en blanco, y separar lo que urge y lo que no, lo que es necesario ahora mismo, y lo que podrías vivir sin él.
Por un lado, están las deudas: No podré escaparme de ellas, sin duda, así que tendré que hacerle frente ellas: Un préstamo, y el móvil.
Luego, las necesidades inmediatas: Terminar de sacarme el carné de conducir. Ir al dentista. Quizás a ir al gimnasio. ¿Clases particulares? Mejor no.
Lo qué molaría: Poner internete en casa. Una agenda electrónica (pda), pero de segunda mano (¡Bah! Mejor esperar), ayudar a mi hermano en pagar un coche, así lo podemos compartir, aunque supongo que saldré perdiendo. Puedo también pagar un dominio para mis proyectos en internete (algo así como www.escribiente.com). Comprar algo de ropa elegante, alguna chaqueta, camisas, y corbatas, ya que estamos. Incluso también podría dar parte del sueldo a mis padres, no solo se los debo de verdad, sino además para ayudar en casa.
Ahorrar: Es otra posibilidad, que permite soñar durante más tiempo. Nunca lo he hecho, y sería lo conveniente, para cuando lleguen las vacas flacas, o si en verano quisiera hacer el camino de Santiago, o dar una vuelta por Madrid. O comprar una buena cámara digital, o ahorrar mucho más, para cuando llegue el día, montar un negocio (¿cuento de la lechera quizás?)
Creo que lo mejor, sea repasar mi lista de propósitos de principios de año, y ver que puedo hacer (sin dinero, que serán varias). Pagar las deudas, y si me queda, intentar el práctico del carné de conducir, por cuarta vez.
Ahora que me acuerdo, creo que lo mejor será, poner en una hoja mi sueldo, y en lo que lo voy a gastar, y enseñarsela a mis padres. De esa forma, tengo quien me controle, y ellos se quedarán más tranquilos, y yo con ellos, por supuesto.
Y lo peor, es que mi sueldo es de poco más de 300 euros. ¡Dios, imaginación que tengo!
Supongo que esto es una de esas veces, en las que tienes que coger una hoja en blanco, y separar lo que urge y lo que no, lo que es necesario ahora mismo, y lo que podrías vivir sin él.
Por un lado, están las deudas: No podré escaparme de ellas, sin duda, así que tendré que hacerle frente ellas: Un préstamo, y el móvil.
Luego, las necesidades inmediatas: Terminar de sacarme el carné de conducir. Ir al dentista. Quizás a ir al gimnasio. ¿Clases particulares? Mejor no.
Lo qué molaría: Poner internete en casa. Una agenda electrónica (pda), pero de segunda mano (¡Bah! Mejor esperar), ayudar a mi hermano en pagar un coche, así lo podemos compartir, aunque supongo que saldré perdiendo. Puedo también pagar un dominio para mis proyectos en internete (algo así como www.escribiente.com). Comprar algo de ropa elegante, alguna chaqueta, camisas, y corbatas, ya que estamos. Incluso también podría dar parte del sueldo a mis padres, no solo se los debo de verdad, sino además para ayudar en casa.
Ahorrar: Es otra posibilidad, que permite soñar durante más tiempo. Nunca lo he hecho, y sería lo conveniente, para cuando lleguen las vacas flacas, o si en verano quisiera hacer el camino de Santiago, o dar una vuelta por Madrid. O comprar una buena cámara digital, o ahorrar mucho más, para cuando llegue el día, montar un negocio (¿cuento de la lechera quizás?)
Creo que lo mejor, sea repasar mi lista de propósitos de principios de año, y ver que puedo hacer (sin dinero, que serán varias). Pagar las deudas, y si me queda, intentar el práctico del carné de conducir, por cuarta vez.
Ahora que me acuerdo, creo que lo mejor será, poner en una hoja mi sueldo, y en lo que lo voy a gastar, y enseñarsela a mis padres. De esa forma, tengo quien me controle, y ellos se quedarán más tranquilos, y yo con ellos, por supuesto.
Y lo peor, es que mi sueldo es de poco más de 300 euros. ¡Dios, imaginación que tengo!