Cuando dudes... Pregúntame.

Pregúntame, cuando no alcancen las palabras, o los fantasmas de un pasado tengan ocupada tu almohada. Cuando creas que me olvidé de la fantasía y de los gestos. Cuando te sorprendas porque no te llamé, ni te cogí el teléfono.
Pregúntame cuando la única melodía que suene sea el silencio. Y cuando nuestra canción suene en un supermercado, haciéndote recordar que el pasillo de los chocolates era mi preferido, y cuando no puedas entender el empeño que pusimos en perdernos el uno al otro.
Pregúntame, por favor, si me pasa lo mismo, si te sigo echando de menos, o si me encuentro perdida en mi mundo. Pregúntame si te busco en cada persona que me cruzo por la calle, o en cada llamada que recibo o en cada carta que habita el buzón. Si sería capaz de volver a empezar.
Pregúntame si sigo pensando que podemos seguir inventando un mapa cada día, y perdernos en un mañana. Si queda algo de nosotros que se pueda rescatar de las ruinas de nuestro jardín, y me permita seguir soñando. Pregúntame donde mantengo nuestras risas, nuestros besos y abrazos, y nuestras batallas sin final.
Pregúntame cuando dudes, cuando estés preocupado, cuando te lances al vacío, cuando no quieras saber nada de mí, o cuando lo necesites. Tan sólo pregúntame cuando necesites escuchar una sencilla respuesta.

Pregúntame, cuando no alcancen las palabras, o los fantasmas de un pasado tengan ocupada tu almohada. Cuando creas que me olvidé de la fantasía y de los gestos. Cuando te sorprendas porque no te llamé, ni te cogí el teléfono.
Pregúntame cuando la única melodía que suene sea el silencio. Y cuando nuestra canción suene en un supermercado, haciéndote recordar que el pasillo de los chocolates era mi preferido, y cuando no puedas entender el empeño que pusimos en perdernos el uno al otro.
Pregúntame, por favor, si me pasa lo mismo, si te sigo echando de menos, o si me encuentro perdida en mi mundo. Pregúntame si te busco en cada persona que me cruzo por la calle, o en cada llamada que recibo o en cada carta que habita el buzón. Si sería capaz de volver a empezar.
Pregúntame si sigo pensando que podemos seguir inventando un mapa cada día, y perdernos en un mañana. Si queda algo de nosotros que se pueda rescatar de las ruinas de nuestro jardín, y me permita seguir soñando. Pregúntame donde mantengo nuestras risas, nuestros besos y abrazos, y nuestras batallas sin final.
Pregúntame cuando dudes, cuando estés preocupado, cuando te lances al vacío, cuando no quieras saber nada de mí, o cuando lo necesites. Tan sólo pregúntame cuando necesites escuchar una sencilla respuesta.
3 comentarios:
Gracias a ti por darte a conocer. Voy a darme una vueltita por aquí.
Un beso
Más que gracias, eterna Galatea, estoy, y estamos todos los que te leemos, en deuda contigo, por todo lo que nos das.
Mi más sincero agradecimiento y admiración
Que texto tan bonito... Hace tiempo que entre aqui pero no dejé ningun comentario
Y hace tiempo que cree mi blog, muy poquito...pero me gustaria que pasarais y me dejarais algunas palabras, vale?
Escribes textos preciosos...no dejes de hacerlo...
Publicar un comentario