jueves, 3 de febrero de 2005

Punto de inflexión

Hoy quiero aprovechar, de que estás ahí, para intentar hacer una reflexión, un punto de inflexión; es decir, un marcado antes y después.

No te debería de sorprender, si te digo que llevo bastante tiempo, sin rumbo de ningún tipo. Hoy quiero intentar, marcarlo un poco, se que navegar a la deriva es un suicidio, y tarde o temprano, no habrá vuelta atrás.

La pregunta es bien sencilla, dónde estaré yo dentro de unos años, o más significativo, donde quiero estar yo, en el 2012.

En el 2012, dentro de 7 años, quiero tener mi propia casa, en un piso alto, con el suelo de madera, donde me pueda tumbar desnudo en el balcón, sin miedo a ser visto, con mucha luz, tranquilo, sin mucho ruido, con bastante vista, a ser posible, algo de mar. El piso, todo ordenado, unas estanterías de libros llenas, un buen sillón, la televisión, quiero que esté dentro de un mueble, que la pueda ocultar sin ningún problema. Quiero agua caliente a presión. Un buen baño, amplio. Al lado de mi dormitorio, quiero una pequeña habitación, sin puerta, unida, a modo de vestidor, con toda la ropa y un espejo grande. Que cuando me levante desnudo cada día, pueda ir directamente a la ducha caliente, y de ahí, con solo secarme pueda ir desnudo tranquilamente al vestidor, y decidir que ponerme, y de fondo, la música tranquila del momento. Quiero que el ordenador, este arrinconado en una esquina, en una pequeña habitación, donde pueda estar todos mis papeles del trabajo, algo desordenado, pero sin darle importancia.

Quiero que desde el piso, pueda usar el transporte público sin problemas. Sobre el coche, no tengo preferencias. Uno normal, que me permita llegar a todas partes, ni nuevo, ni viejo, elegante eso sí, que no consuma mucho, y que no llame la atención.

Mi trabajo, quiero que sea un trabajo de chaqueta y corbata, de empresa, dirigiendo un grupo de trabajo. Con motivación, preocupándome por crear buen ambiente, como si de una familia, un grupo de buenos amigos se tratase. Y entre todos, crear algo. Superar los retos, ampliar los horizontes, sentirnos orgullosos de nuestro trabajo, que la gente quiera venir a trabajar con nosotros, ser un punto de referencia. Saber que todos, estamos dando todo lo posible de nosotros mismos por un objetivo, sentirnos dueño de nuestro trabajo.

De mi grupo de amistades, me gustaría que fuera un lugar donde pudiera ser yo mismo, sin ataduras, sin mentiras, sin impedimentos. Sin miedo de vestir como quisiera, o decir una tontería, o preguntar la mayor de las necedades, que fuéramos de viaje, o que organizaríamos con solo 24 horas de antelación una fiesta de disfraces, donde todos se apuntaran encantado, y se lo pasaran bomba. Un grupo que quedáramos a comer todos juntos una vez a la semana, y que compartiéramos cosas en común, que hasta de vez en cuando nos animáramos a jugar un partido de cualquier cosa, aunque ninguno tuviéramos idea de jugar.

Pero no quiero hacerlo solo. Quiero construirlo con ella, compartirlo, que todo sea, por decisiones entre los dos. No estar solo, escaparnos cada día a cualquier sitio, sin excusas, sin tapujos, sin miedo. Ser uno. Entendernos, aceptarnos, soñar con el otro, apoyarnos, escucharnos, aconsejarnos. Hablar. Que no sintamos vergüenza de vernos desnudos, que no temamos hablar de cualquier cosa, que superemos los miedos y los retos por la fuerza que nos trasmitamos el uno al otro. Que aunque todo caiga, siempre nos tengamos él uno al otro. Vivir como vagabundos en un país extranjero. Morir de hambre, mientras nos miramos a los ojos.


Juego de sombras en nuestras manos


Quiero hacer de todo esto, una meta, un plan de vida. Sólo en nosotros esta el construirlo. Desde aquí, parece un mundo de distancia, demasiado lejano. Una sombra, de un juego de manos, pero tendrá que ser poco a poco, pero con las cosas claras. Yo en el 2012, quiero estar allí.

Quiero estar allí

3 comentarios:

Esther dijo...

Me dijeron hace años una frase que no se me olvidará nunca: "Solo tienes que proponértelo y conseguirás todo lo que quieras". Si de verdad quieres que se realice tu sueño, lucha por él, intenta alcanzarlo, y puede que lo consigas. También puede que no, pero al menos sabrás que has hecho todo lo posible.

Escribiente dijo...

Tienes razón, solo hay que proponérselo. Pero ya ves, yo no lo consigo, en el fondo, no me mueve ninguna motivación, al fin al cabo tengo una edad en la que la gente hasta se casa, mientras que yo, sigo sin haber abrazado nunca a una mujer, y no es metáfora alguna. Ya la vida a poco me sabe, y mi mundo se limita a las cuatro paredes de mi cuarto, pues apenas salgo de él. Lo veo todo tan lejano, Dru, tan imposible. Y he soñado tanto en mi vida, con tantas frustraciones, que no se porque lo sigo haciendo. A veces pienso que soy demasiado infantil, que no he madurado. Estoy en medio de dos mundos, con lo peor de cada cual.

Anónimo dijo...

"Sin riesgo no hay gloria", esa frase me la dijo una vez un amigo, me marco mucho, si luchas por lo que quieres acabaras teniendolo o por lo menos rozandolo pero tendras tu orgullo bien alto por haber luchado por ello