Hoy por primera vez en mi vida, estoy solo en casa. No hay enigmas en la frase, ni ironía, ni chiste barato. Es la verdad. Mi abuela siempre estaba aquí, y yo era quien me quedaba con ella. No le hacía compañía, no era eso. Simplemente, yo me quedaba, y ella nunca salía. Ahora comprendo diferente, las veces que ella estuvo sola, en casa, y que nadie estaba con ella. Fíjate que tontería, el pensarlo ahora, me hace llorar, estúpidamente, y nunca antes, me había fijado en ello.
No se, la casa sin ella, es un cementerio. No se oye nada, parece como si de un pueblo fantasma se tratase, donde han muerto todos los habitantes de la noche a la mañana, y los hijos de la ciudad, al volver, se encuentran toda la desolación ante ellos.
Nosotros, los nietos, poco a poco nos hemos ido de la casa, independizándonos, o mejor dicho, buscándonos la vida. Yo así lo hice, y estuve viviendo solo, allá lejos, cuando trabajaba fuera de casa, a miles de kilómetros, y también viví en una casa cementerio. Pero volví, y ahora, cuando mis padres se van, mis hermanos salen por ahí, y mi abuela ya no esta, ahora, me siento en el mismo cementerio, totalmente sólo. Nunca antes me había sentido así. No tengo ni un amigo con quien hablar, o escribirle, ninguna película ponen hoy viernes noche en la tele (¿qué imbécil se queda en casa?) ni nada que hacer. Mi abuela no está, al fin al cabo, nos hacíamos compañía de alguna forma. Ahora vivo en un cementerio.
No se, la casa sin ella, es un cementerio. No se oye nada, parece como si de un pueblo fantasma se tratase, donde han muerto todos los habitantes de la noche a la mañana, y los hijos de la ciudad, al volver, se encuentran toda la desolación ante ellos.
Nosotros, los nietos, poco a poco nos hemos ido de la casa, independizándonos, o mejor dicho, buscándonos la vida. Yo así lo hice, y estuve viviendo solo, allá lejos, cuando trabajaba fuera de casa, a miles de kilómetros, y también viví en una casa cementerio. Pero volví, y ahora, cuando mis padres se van, mis hermanos salen por ahí, y mi abuela ya no esta, ahora, me siento en el mismo cementerio, totalmente sólo. Nunca antes me había sentido así. No tengo ni un amigo con quien hablar, o escribirle, ninguna película ponen hoy viernes noche en la tele (¿qué imbécil se queda en casa?) ni nada que hacer. Mi abuela no está, al fin al cabo, nos hacíamos compañía de alguna forma. Ahora vivo en un cementerio.
2 comentarios:
Si la vida te da la espalda.. ¡tócale el culo! xD El mejor medicamento contra la soledad en mi opinión es la música n_n
Siento mucho lo de tu abuela. Parece una frase muy típica o hipócrita quizás, pero no es así mi intención, simplemente sé lo que es perder familiares, y es una sensación que no deseo a nadie.
Tomo nota sobre la música, y te prometo, que lo pienso cumplir. ¡NO SIN MI MÚSICA! No la valoramos lo suficiente, y olvidamos que es un pasadizo a toda belleza, o todo lo que se esconde en nuestro interior, capaz de hacernos escapar lejos, y volar. Voy hacerlo, voy a poner música en todo momento; estoy empezando a coger miedo al silencio, duermo sobresaltado, con la manta tapándome toda la cabeza, como cuando pequeño, y santiguándome varias veces antes de dormir.
Gracias por tu apoyo. No existe frase adecuada para trasmitir ese sentimiento de pena que nos embarga, cuando muere un ser querido. Es demasiado complicado como para limitarlo en unas palabras. Yo siempre me quedo callado, sin poder decir nada. Con cada perdida, en ese momento, nos volvemos más humanos, sin conchas, sin armaduras, más nosotros mismos, desnudos, sin protección, sin mentiras, y sin consuelo. Pero sólo cuando lo sientes en tu propia carne, te das cuenta lo que esta pasando el otro, y por un momento, se entra en contacto, y los dos se hacen uno. Gracias por tus palabras, porque se que detrás de ellas, estás tú, tus sentimientos, y tu compañía.
Un abrazo, eterna Dru
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