Es sábado, bueno, más bien, son los últimos minutos del sábado. Dentro de unas horas, veré en persona a una chica, que tarde o temprano leerá esto, la cual conozco desde hace ya, creo yo, más de dos años, o incluso más, o puede que hasta menos, pero sin lugar a dudas, muy intensos.
Hasta hace unas semanas, sólo la conocía a través de letras en la pantalla, vivimos con una gran distancia en medio, y hemos tenido, mil y una conversaciones, de los temas más dispares, y a la vez, más personales, y siempre, con total libertad, sin callarnos nada. Luego por azar, empezamos hablando, esta vez, ya de viva voz, hasta el punto, de pasarnos horas sin decirnos nada en especial, pero disfrutando de igual manera. Incluso, creo que si un día, no intercambiamos aunque sea un saludo, siempre a través de la red, algo falta.
Pero no malinterpretes mis líneas, la verdad, es que creo que no nos parecemos absolutamente en nada, lo que nos rodea, nuestras circunstancias, no tienen nada que ver, supongo que sí ella va de blanco, yo iré de negro, o si va a la izquierda, yo a la derecha, o si pone de fondo algo heavy, yo pondré algo de clásica.
Alguien de afuera, no lo entendería, diría, que no es normal, que tarde o temprano, cada uno ira por su lado, pues al fin al cabo, no hay cosas en común. Pues no imaginas cuan equivocado estaría. Siempre, tenemos de que hablar, que compartir, que contarnos. Enseñarle esa foto, lo último que le ha pasado ella con tal amiga, si va a ir al médico, aquel cabreo que tuvo, o ese sueño que queda por cumplir.
¡Ay, dulce princesa descalza! Dentro de nada, nos veremos ¿qué pasará? ¿nos llegaremos a reconocer a nosotros mismos? Seguro que parásemos todo el rato hablando ¿pero me atreveré a mirarte a los ojos más de tres segundos? Podríamos rememorar aquella película, y decir, que siempre nos quedará París, o en este caso, la red. No lo se. Sin lugar a dudas, será diferente. Yo al menos, estaré nervioso, pero sin embargo, ilusionado, para volver a hablar por primera vez, volver a presentarme, como si nunca hubiéramos hablado, a una gran amiga.
Seguro que lo conseguimos, no me negarás, que hemos cogido una carrerilla impresionante, y que a fin de cuentas, depende de nosotros, y de la paciencia que siempre has tenido conmigo, para seguir siendo tan buenos amigos.
¿Sabes cuanto te quiero? Y que tengas novio, que lastima. No en serio, te aprecio mucho, que demonios, te quiero mucho, y me llena de alegría, decir a todo el mundo, que eres, amiga mía.
Hasta ahora, dentro de nada.
Hasta hace unas semanas, sólo la conocía a través de letras en la pantalla, vivimos con una gran distancia en medio, y hemos tenido, mil y una conversaciones, de los temas más dispares, y a la vez, más personales, y siempre, con total libertad, sin callarnos nada. Luego por azar, empezamos hablando, esta vez, ya de viva voz, hasta el punto, de pasarnos horas sin decirnos nada en especial, pero disfrutando de igual manera. Incluso, creo que si un día, no intercambiamos aunque sea un saludo, siempre a través de la red, algo falta.
Pero no malinterpretes mis líneas, la verdad, es que creo que no nos parecemos absolutamente en nada, lo que nos rodea, nuestras circunstancias, no tienen nada que ver, supongo que sí ella va de blanco, yo iré de negro, o si va a la izquierda, yo a la derecha, o si pone de fondo algo heavy, yo pondré algo de clásica.
Alguien de afuera, no lo entendería, diría, que no es normal, que tarde o temprano, cada uno ira por su lado, pues al fin al cabo, no hay cosas en común. Pues no imaginas cuan equivocado estaría. Siempre, tenemos de que hablar, que compartir, que contarnos. Enseñarle esa foto, lo último que le ha pasado ella con tal amiga, si va a ir al médico, aquel cabreo que tuvo, o ese sueño que queda por cumplir.
¡Ay, dulce princesa descalza! Dentro de nada, nos veremos ¿qué pasará? ¿nos llegaremos a reconocer a nosotros mismos? Seguro que parásemos todo el rato hablando ¿pero me atreveré a mirarte a los ojos más de tres segundos? Podríamos rememorar aquella película, y decir, que siempre nos quedará París, o en este caso, la red. No lo se. Sin lugar a dudas, será diferente. Yo al menos, estaré nervioso, pero sin embargo, ilusionado, para volver a hablar por primera vez, volver a presentarme, como si nunca hubiéramos hablado, a una gran amiga.
Seguro que lo conseguimos, no me negarás, que hemos cogido una carrerilla impresionante, y que a fin de cuentas, depende de nosotros, y de la paciencia que siempre has tenido conmigo, para seguir siendo tan buenos amigos.
¿Sabes cuanto te quiero? Y que tengas novio, que lastima. No en serio, te aprecio mucho, que demonios, te quiero mucho, y me llena de alegría, decir a todo el mundo, que eres, amiga mía.
Hasta ahora, dentro de nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario