jueves, 19 de abril de 2007

Poemas: Me basta así

Si yo fuera Dios
y tuviese el secreto,
haría
un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
--de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso;
entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día,
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando -luego- callas...
(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lindo poema.
Yo también escribo:
http://www.gogljlg.blogspot.com/

Anónimo dijo...

Cómo eres, cuando amanece;pero ya de noche todo cambia... el amor te transporta más allá de cualquier frontera-pero duele más que cualquier pérdida.
Así que vamos a inventarnos una realidad en la que nada falle, donde la soledad de la noche te convierta en el más fuerte, donde puedas dormir y llegar a soñar con lo que no abandonas de día, por la tarde... a ninguna maldita hora; ¿Qué es lo que te estás perdiendo?
¿Cuándo aprendimos a morir en pasiones ajenas?
Un puente nos une, pero no sabe llegar a ninguna otra orilla y, aunque el fuego más intenso prenda en ella, el puente. si es de piedra, nunca se quema.